sábado, 25 de agosto de 2018

RINCONES DE VARANASI (5): QUIENES SON REALMENTE LOS AGHORIS. MONASTERIO DE KINARAM (KRIN KUND)


En los últimos tiempos, con la difusión excesivamente subjetiva de información a través de las redes sociales e internet, ha salido a la luz un nombre relacionado con la India (y en especial con Varanasi) que a muchos les suena y les atrae por los mitos que le rodean: Aghori.

Si buscamos en Google o en Youtube, podemos encontrar infinidad de blogs y videos que hablan de esta secta del hinduismo sin mucho conocimiento de lo que dicen o escriben; hablan basándose en rumores, historietas que escuchan, o lecturas sin fundamento. Algunos los llaman ¡“las tribus caníbales de Varanasi”! así, tal cual, sin más escrúpulos e información que una muy básica: ¡comen carne humana!

Después de vivir 6 años en Varanasi y de tener la suerte de contar a mi lado con una persona que ha leído y ha conocido de primera mano a varios aghoris, me he decidido a escribir esta entrada con el objetivo de desmitificar a esta secta y los rumores que de ella corren, dando información objetiva que sé, de antemano, que será casi imposible de entender para la mente de los lectores occidentales; pero creo que merece la pena intentarlo…

El término “a+ghor” significa “sin miedo, sin dificultades”. No se conoce con exactitud el momento de nacimiento de esta rama del hinduismo, si bien según la creencia hindú nacen de la quinta cabeza de Shiva, que emanó para ir más allá de los odios y los venenos. Algunos creen que la fundó el dios-avatar Dattatreya (fusión de la Trimurti del hinduismo, es decir de los dioses Brahma, Vishnu y Shiva), patrón e ideal de los aghoris, o incluso que puede tener sus raíces en una interpretación posterior del budismo. Pero la historia escrita más antigua de la religión aghori son los escritos de su reformador (o re-fundador) Shri Kina Ram Baba (Varanasi, siglo XVII).


Shri Kina Ram Baba

Shri Kina Ram nació a las afueras de Varanasi en una familia pobre de la casta de los guerreros. Sus padres, ya mayores cuando Kina Ram nació, en seguida se dieron cuenta de que su hijo tenía capacidades especiales, y aunque intentaron arreglar su matrimonio para ver si eso le “traía a la tierra”, Kina Ram no llegó nunca a casarse. Después de ser iniciado por un maestro Vaishnava (seguidores de Vishnu), Shri Kina Ram Baba tuvo una visión durante un retiro de meditación profunda en Girinaar (estado de Gujarat) donde le fueron revelados los principios de la religión de los aghori por el propio dios Dattatreya. Siguiendo su revelación, fundó esta secta en la que se iniciaron grandes practicantes y fundó varios monasterios a lo largo de India. En Varanasi, Krin Kund.

Como hemos mencionado al principio, aghor significa “sin miedo”. La filosofía de base de esta secta es romper con todos los miedos que no permiten que el ser humano vea más allá de lo cotidiano, del plano físico y material en el que nos movemos. A través de diversas prácticas ascéticas muy profundas, los aspirantes a monje aghori van rompiendo sus miedos, sus apegos a lo mundano, llegando así a la liberación.

Es precisamente en una de esas prácticas en las que, después de 21 días de realizar diversos rituales durante la luna nueva, el aspirante a monje tiene que meditar para que un cuerpo inerte aparezca ante él, y probar un trozo de su carne. Si no superara este momento, el cadáver se revelaría contra él y podría incluso causarle la muerte. Una vez superado este momento, ya los demás miedos se disuelven y se alcanza el estado aghor (sin miedo).


Cuenco de comida de monje aghori (foto de Nacho Vidal Morán)


Los practicantes de la religión aghor viven más allá de los límites que nosotros concebimos como “normales”. Pueden usar en sus prácticas alcohol, carne, pescado, orina, heces (en la rama de los Panchmakar) y el sexo en la rama de los Khadmakar. No tienen miedo de nada. No les importa nada porque han traspasado los límites del "bien" y del "mal". No les gusta que la gente los vea, por eso hacen sus prácticas en lugares alejados de las ciudades, nunca piden limosna, no parpadean y apenas duermen. Utilizan un cráneo humano como cuenco para comer y beber, simbolizando la ruptura con el tabú de la muerte. Pueden ir vestidos de blanco o de negro (o desnudos), según la rama a la que pertenezcan, y en general la gente les teme, aunque consideran sus insultos como bendiciones.

Si, los aghoris en algún momento de su iniciación tienen que probar la carne humana pero no… ¡no son caníbales! No van por la vida comiendo cadáveres, ni pidiendo limosna a los turistas que se quieren hacer una foto con ellos. No viven al otro lado del Ganges en Varanasi (o al menos no de manera permanente), y a los verdaderos aghoris no les gusta que nadie les visite como si fueran un espectáculo del circo.

Yo conozco personalmente a un monje aghori que vive en un monasterio a las afueras de Varanasi, y puedo asegurar que es una persona como nosotros que ha elegido este camino como práctica espiritual.

Visita a monasterio y monje aghori (foto de Nacho Vidal Morán)


Puede que para nuestra mentalidad resulte difícil comprender lo leído anteriormente, que haya conceptos o ideas que se escapen de nuestra lógica y razonamiento (principios fundamentales de la mente occidental). Pero no estamos hablando de personas nacidas en Europa o en USA, sino de India; personas que viven la religión, la espiritualidad y la devoción de una manera incomprensible para el no-indio; personas que adquieren capacidades extra físicas que nosotros no podemos llegar a creer que sean verdad; personas que habitan este planeta, pero pueden estar también fuera de él.

Monje aghori (foto de Nacho Vidal Morán)


No intentemos entender la filosofía aghori desde nuestro sofá de casa porque no es posible. No juzguemos a la ligera unas prácticas que llevan siglos realizándose y a través de las cuales muchas personas se han iluminado, porque no es sano para nosotros. Y no hagamos de los aghoris un espectáculo de circo, porque son personas que practican su fe de manera profunda, aunque lo que nos vendan los “falsos aghoris” que podemos encontrar por la ciudad de Varanasi sea todo lo contario.


¿Monje aghori? (foto de Tony Rodríguez Jimenez)


Y, sí; si quieres visitar el monasterio de Krin Kund en Varanasi con nosotros desde el respeto a esta forma de culto, estaremos muy felices de mostrártelo y contarte su historia.

Y si quieres conocer más de esta religión puedes entrar en su página web: www.shriaghoreswar.com

Entrada de Krin Kund en Varanasi

Lecturas recomendadas para conocer mejor esta filosofía:

"The book of Aghor Wisdom" de Baba Bhagwan Ram (monje aghori que alcanzó la Iluminación).





"Aghora, at the left hand of God" de Robert E. Svoboda





lunes, 13 de agosto de 2018

GUILLERMO NOS CUENTA SU EXPERIENCIA EN INDIA


Guillermo decidió este verano aventurarse a venir a India en un viaje poco común, un viaje cultural que le adentraría en el país de manera diferente; y quería compartir la experiencia con su hija María.


Con algo de temor ante la negativa de María, Guillermo le lanzó la propuesta que ella aceptó encantada. 




Los dos han viajado durante 15 días compartiendo momentos, vivencias, sensaciones únicas que jamás olvidarán. Porque India te abre los sentidos, y compartir esa experiencia con una persona tan cercana sin duda es algo que une para toda la vida.


Así nos cuenta Guillermo como ha vivido su viaje con nosotros:


"A través de una amiga común, contacté hace unos meses con Cristina Iglesias, de Sangha Services.

El motivo era que me apetecía ir a la India. Así,...sin más. Sin ninguna idea preconcebida excepto que quería un viaje eminentemente cultural y que no se convirtiese en un "de aquí para allá " con prisas por visitar muchos sitios en poco tiempo. 





Sin duda, acerté con la Agencia perfecta para ello!!!!!! La capacidad para adaptarse y personalizar un viaje de este tipo es una maravilla.

Por otro lado tengo que reconocer que he tenido mucha suerte ya que este viaje lo he realizado con mi hija María, estudiante de 3 ° de Medicina que a pesar de tener un montón de cosas que hacer este verano, lo ha dejado todo aparcado durante dos semanas para VIVIR una experiencia inolvidable y que para todos ha sido increíblemente enriquecedora. Que gran regalo le he hecho pero...la verdad, ha sido infinitamente mucho más pequeño que lo que ella me ha dado, su amor durante todo el tiempo compartido.





Cristina y Ravi, hemos aprendido mucho de vuestras explicaciones de la cultura India que nos acompañarán y ayudarán el resto de nuestras vidas.


Muchas gracias por ser como sois y por cuidarnos tan bien!!!


Jamás lo olvidaremos!!!

No es un adiós, es un...hasta pronto!!!!"






Para nosotros ha sido un placer contar con este padre y esta hija siempre sonrientes, ávidos de conocimiento y con gran apertura mental. Gracias de todo corazón.




viernes, 10 de agosto de 2018

LA EXPERIENCIA EN INDIA DE CRISTINA


Cristina ha sido una de nuestras viajeras de este verano del 2018. Llena de entusiasmo por la experiencia, Cristina contagió en todo momento al grupo su ilusión, sus ganas de aprender, de sentir, de vivir a fondo la oportunidad de visitar por fin India.



Así es como ella nos lo cuenta:

"Hacía mucho tiempo que deseaba realizar este viaje, hasta que este verano decidí dar el paso. Lógicamente, y dada la tantísima ilusión que me hacía, a medida que se acercaba el momento mayores eran mis miedos... ¿cumpliría tantas expectativas depositadas en él? ¡Hoy puedo decir que fue incluso mejor de lo que esperaba!

India te remueve, por dentro y por fuera, son muchas las sensaciones y los sentimientos que afloran. Decididamente, dentro de dos años pienso regresar con mi hija, creo que es el mejor regalo que le puedo hacer: es un lugar mágico, con sus gentes, sus colores, su modo de vivir y disfrutar de la vida...

Gracias a Cristina y a Ravi, de Sangha Services, sin ellos no hubiese sido lo mismo. Se nota desde el primer momento que aman este país y lo contagian a los que estamos con ellos. Ha sido una inmersión cultural y espiritual al 100%, por no hablar de los buenos momentos que hemos pasado juntos. Ahora tengo todavía más motivos para regresar, tengo unos amigos a los que quiero seguir viendo de vez en cuando.



¡Muchas gracias por todo!"



Además, Cristina cumplió su sueño de bañarse en el Ganges...






sábado, 4 de agosto de 2018

Así transcurrieron nuestro viaje cultural de julio de 2018

En julio de este año 2018 hemos recibido a 3 viajeros culturales llenos de ilusión, de apertura, de ganas de disfrutar y aprender de la experiencia de vivir en India durante 15 días y empaparse de su cultura.

Guillermo, Cristina y María llegaron a India con 24 horas de retraso debido a un problema técnico con la compañía aérea, pero eso no impidió que su llegada estuviera llena de ilusión. ¡Si cabe mucha más tras la larga espera!





Debido al retraso su entrada fue directamente en Agra: El Taj Mahal, con toda su belleza y esplendor les recibió en un día caluroso. Y tras el Taj, la también indispensable visita al Fuerte Rojo de Agra.


Por la tarde, para recobrar fuerzas antes de pasar la noche en el tren, tomamos unas buenas raciones de chocolate,... ¡y marchamos a la estación de Tundla para esperar al tren! que por suerte solamente llegó con una hora de retraso.

Siempre la noche en el tren en India es una experiencia inolvidable para los visitantes. Y nuestros viajeros no fueron menos. Superando algunas barreras como el ir al cuarto de baño, pasaron la noche descansando y durmiendo pues hasta ese momento no habían podido hacerlo debido a su largo viaje desde España.



La llegada a Varanasi no les dejó indiferentes, ya que esta ciudad mágico recibe al viajero con su tráfico, sus pitidos, su caos que rompe con todo lo establecido en occidente. Lleva unos días adaptarse a esta nueva situación, y Guillermo, María y Cristina tardaron muy poco en hacerlo.

Al llegar al apartamento una rica comida preparada por nuestra cocinera Kamla, una pequeña introducción a la geografía e historia de la India y visita en barca a la ceremonia de Arti, disfrutando de la maravilla de los ghats de la ciudad.





Cada día en la mañana dedicamos tiempo a aprender sobre diferentes aspectos de la cultura y la religión y espiritualidad de la India. Fascinados y sorprendidos muchas veces con lo aprendido, después de las jornadas dedicábamos tiempo a debatir antes de salir a visitar la ciudad.






Durante 7 días los 3 pudieron conocer, disfrutar, aprender y vivir Varanasi. Hicieron sus compras tranquilamente, intercalándolas con visitas al ghat donde veíamos el río crecer cada día.



Y entre medias, para cambiar de aires, nos fuimos 2 noches a conocer Bodhgaya, el lugar en el que Buda se iluminó. Un lugar de peregrinaje para los practicantes del budismo de todo el mundo. Allí meditamos bajo el árbol de la Iluminación, paseamos, e hicimos una excursión a la zona rural de India para subir a la cueva de Mahakala, el Pico de Buitre y para visitar las ruinas de la Universidad de Nalanda.









La subida al Pico del Buitre será algo inolvidable para todos, pues el Monzón se hizo sentir pero no pudo evitar que llegáramos a la cima ¡empapados pero felices!



Sin duda han sido 14 días intensos en los que nos hemos reído, hemos aprendido, nos hemos acompañado en momentos difíciles, y ha surgido una bonita relación entre los 4 (ellos tres y yo).



Y es que eso es lo que tiene este tipo de viajes: que son viajes realizados desde el corazón, en los que nuestra principal motivación es que las personas que nos visitan sean felices mientras están aquí, que conecten con su ser, con su esencia, con su cara más oscura y la más brillante.



Esta es la gran belleza de nuestros viajes culturales, y con Cristina, María y Guillermo la belleza ha sido inmensa.



¡Gracias amigos y hasta pronto!