jueves, 21 de septiembre de 2017

¡Nuevo viaje cultural en Noviembre!

Después de un verano intenso lleno de buenas experiencias, estamos preparando un nuevo viaje cultural y espiritual al India para el mes de noviembre.



Aunque en algunos rincones del mundo noviembre es un mes de frío, en el norte de India es una de las mejores temporadas para viajar, ya que el clima es cálido sin ser caluroso, como una suave primavera, y los vuelos desde algunos países como España no suelen ser muy caros (unos 500 euros por persona. Puedes consultar en www.skyscanner.com)

Por eso hemos decidido ofrecer un viaje en estas fechas para aquellos viajeros/as que deseen conocer India en una época especial del año.

Comenzaremos nuestro recorrido el día 1 de noviembre en Nueva Delhi, donde visitaremos algunos lugares emblemáticos de la ciudad como Raj Ghat (lugar de cremación de Mahatma Gandhi) o el Templo del Loto.



El día 2 viajaremos a Agra en autobús. Allí podremos disfrutar de una de las maravillas del mundo, el Taj Mahal, y del precioso Fuerte Rojo con sus rincones llenos de magia.



Y el mismo día 2... ¡noche en el tren! Si, pasaremos una noche en un tren de India, una de las experiencias más temidas para los viajeros y sin embargo la que recuerdan con más cariño después de su paso por este país.

Llegaremos a Varanasi el día 3 de noviembre y tras instalarnos en el alojamiento y disfrutar de un rico desayuno casero preparado por nuestra cocinara Kamala, comenzaremos con las jornadas de cultura india. 

Tras la comida saldremos a vivir una experiencia única en Varanasi: la fiesta de Dev Diwali, en la que los ghats de la ciudad se llenan de luces en señal de devoción a la diosa Ganga. Dev Diwali es uno de los festivales más bellos de India, y en esta ocasión tendrás la oportunidad de vivirlo de una manera muy especial.



Pasaremos 7 días en la ciudad de Benarés (Varanasi), disfrutando cada día de nuevas jornadas dedicadas a diferentes temas de la cultura y espiritualidad india; conviviendo y conociéndonos en un entorno familiar; deleitando nuestro paladar con la comida vegetariana india que Kamala cocinará cada día para nosotros; y adentrándonos poco a poco en la ciudad habitada más antigua del mundo: Varanasi.

Para completar nuestro viaje visitaremos Bodhgaya, la ciudad en la que Buda alcanzó la Iluminación hace más de 2500 años. Meditaremos bajo el árbol Bodhi (bajo el que se Iluminó), y conoceremos la vida rural de India en nuestra visita a la montaña del Pico del Buitre (Rajgir) y la Universidad de Nalanda. Dos días para sumergirse en el budismo en un ambiente de recogimiento y armonía.




Durante todo el viaje estarás acompañada por dos personas: Ravi, guía especializado y nativo de Varanasi, quien impartirá las jornadas y nos adentrará de manera única en la cultura milenaria de la India, y Cristina, que traducirá en todo momento las explicaciones de Ravi al castellano para que no te pierdas ni un detalle de tu viaje.

Vive una experiencia única con nosotros. Porque no te ofrecemos un viaje turístico a India sino un viaje al corazón de una cultura ancestral llena de magia; un viaje a tu interior; un viaje de auto conocimiento que sin duda no olvidarás.


Te esperamos con el corazón abierto... Namaste!


jueves, 7 de septiembre de 2017

Un testimonio lleno de amor

Mi amiga Yolanda ha sido una de las viajeras que he recibido con el corazón abierto este verano en India.

Después de su regreso a España. Yolanda me envía este bello testimonio de lo que ha sido para ella este viaje.

¡Gracias Yolanda!

                                


Nunca estás preparada para viajar a la India por primera vez.

Cuando te bajas del avión el choque cultural te da una bofetada en la cara. O te libras de los prejuicios o te va doliendo todo el camino.

Difícil no hacer un relato lleno de tópicos. Empezaré por el final.

La última noche me escapé sola a la playa. Tenía algo de miedo. No había luna. Me apañe con la linterna del móvil. Las olas eran enormes. Me senté en una roca y respiré. Era mi última noche en la India, quería atrapar el instante.

Estaba en Kerala, a 7500 km de casa y me sentía absolutamente agradecida, feliz.

No sé cuando estallaría la bomba, pero en algún momento lo haría, la emoción y la intensidad de lo vivido habían traspasado la capa de turista occidental  y en algún momento se colarían por los poros de la piel y penetrarían en lo más hondo.

Pero esta noche no, esta noche sólo quiero respirar de nuevo este aire y sentir la plenitud de los deseos conseguidos, porque todo empezó hace mucho más tiempo…

Viajar a la india cumplía dos deseos en uno. El primero viajar por el mundo para visitar a mis amigas. Ese era un reto que me había planteado hace unos años y que iba consiguiendo poco a poco.
Cristina y yo nos conocíamos desde hace doce años, nuestros hijos iban juntos a un parque a la salida de la guardería en un pueblo de la sierra de Madrid. Cuando se fue a vivir a India me pareció de una valentía inusitada, pero cuando en uno de sus viajes a España nos comentó que iba a organizar viajes a India, que iba a ayudar a un montón de gente de aquel país y además enseñar a los españoles que quisieran un viaje diferente por los sitios que más le gustaban  me pareció directamente una locura.

Todas las amigas la apoyamos al instante, por supuesto.

Tres años después lo compruebo in situ, porque el viaje que Cristina y su compañero Ravi han diseñado es bastante novedoso. Consiste en conocer las costumbres, los dioses, las castas, la medicina, las ceremonias, la música, el yoga, etc, en unas amenas clases antes de perderte por esas calles del fin del mundo. Sus enseñanzas y su experiencia han sido imprescindibles para intentar comprender, aunque sólo sea una milésima, las grandes contradicciones de este país.

Nuestra mentalidad occidental cae hecha añicos.

Una ceremonia al amanecer a orillas del Ganges te reconcilia con una cultura que ni en cien años vas a poder entender.



La espiritualidad, la meditación, el yoga a veces se puede confundir con una moda, pero en India es una manera de vivir. Nunca dejan de rezar, nunca dejan de creer.

Y esa es la gran lección que un país menos desarrollado que el nuestro nos enseña a los orgullosos burgueses occidentales.  Otra cosa es que estemos preparados para aprender.

33 millones de dioses, nombres impronunciables y el destino como ley.

Nosotros vivimos en la opulencia del capitalismo pero buscamos desesperadamente conectarnos con lo sagrado, ellos viven en la pobreza material pero llevan lo sagrado pegado a la piel.

A veces los prejuicios juegan malas pasadas, y entonces plaf!!! Otra vez la bofetada.

El viaje real, los lugares que hemos visitado, el Tal Majal, el fuerte rojo, Varanasi, los paseos en barca por el Ganges, el crematorio al pie del río, las comidas (no pique, no pique) y las cenas en un restaurante con terraza de césped natural están en las fotos.

Las clases de yoga, los masajes ayurvédicos, la música, los paseos en moto o en tuc-tuc serán las anécdotas más comentadas en las reuniones del grupo cuando volvamos a Madrid. Y el viaje en tren, claro, aquella noche de risas en aquel tren surrealista es un clásico para todos los que viajan con Cristina y Ravi.


Pero el viaje interior es otra cosa.  Las noches calurosas intentando comprender ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué es este calor que no te deja pensar? Mañana le pregunto a Cristina si nunca tiene dudas, si no hay veces que quiere salir corriendo a España a refugiarse en el sillón de la comodidad.

¡Que ingenua! Como si no supiera que cuando una persona cumple su destino no hay dudas.

Escribo la palabra destino y me acuerdo de las conversaciones-discusiones con Ravi acerca del destino. Qué maravilla compartir aquellas charlas con los compañeros de viaje, aquellos desayunos con mil preguntas mientras nos comíamos unos jugosos mangos. Y las papayas, claro, papayitas y papayon… jajaja!

Que importante las personas que te acompañan en el camino, como cada una de ellas tiene algo que aportar, un punto de vista diferente que lejos de casa se agiganta y se defiende.



Que mágicos son los momentos grupales de descubrimiento de la belleza en un país nunca visitado. Me gusta el grupo, somos pocos, vamos ágiles, estamos casi siempre de acuerdo. Nos gusta quedarnos charlando por la noche en la terraza. Nos vamos conociendo. Hay respeto, hay cariño, hay unión.

Pocos días después me despido, inicio sola el segundo viaje, el segundo deseo. Ir a Kerala al asrham de AMMA, una líder espiritual India que ha abrazado a más de 35 millones de personas en todo el mundo y a la que admiro desde hace tiempo. El asrham está situado cerca de la playa, aquella playa de altas olas a la que me escapo la última noche. Un par de años antes había escrito una obra teatral sobre la vida en aquel lugar, sobre la vida cerca de AMMA,  y ahora estaba allí.

Tan lejos de todo. Tan cerca de mí.

 Pero ese ya es otro viaje, un viaje más íntimo que quizás escriba en otra ocasión.

Gracias a Inmaculada, Mª Angeles y Carlos por hacer tan fácil los deseos, por las risas,  y las comidas en grupo, gracias a Laura y Joan que compartieron sus experiencias en aquel país con nosotros. Gracias a Eva y Carmen que vinieron al ashram a compartir aquella magia.



Y por supuesto gracias a Ravi por su paciencia y su inteligencia y a Cristina, bueno, amiga, te lo diré cada vez que te vea. Haces mucho bien a las personas que te rodean. Ha sido un sueño verte en India y llegar a comprender, sólo un poco, porque amas ese país.

YOLANDA DORADO





sábado, 2 de septiembre de 2017

Un verano lleno de cultura

En Sangha Services hemos vivido un verano lleno de cultura, espiritualidad y aventuras.

Tres han sido los viajes culturales que hemos realizado desde la segunda quincena de julio hasta primeros de septiembre.

Del 15 al 30 de julio disfrutamos con Mercé, Juan Carlos y sus dos encantadoras hijas. Un viaje cultural inusual ya que se realizó solo para ellos, con jornadas de cultura india en el apartamento en el que se alojaban, salidas por Varanasi por las tardes, fin de semana en Bodhgaya y tiempo libre para que ellos disfrutaran de esta experiencia en familia.

Juan Carlos nos regaló unas fotos estupendas y preciosos vídeos sobre las vivencias de cada día.











En la primer quincena de agosto recibimos la visita de un grupo muy especial de amigas y amigas de amigas, lo que hizo que esta experiencia fuera, además de intensa, muy divertida. Yolanda, Inma, Carlos y Mari Angeles disfrutaron de Varanasi y de sus gentes, hicieron nuevos amigos, pasearon por las calles de la ciudad y se integraron como parte de ella.

Además las jornadas resultaron muy interesantes pues se generaron varios debates en torno a los temas que se exponían, haciendo que las clases fueron muy enriquecedoras para todas/os: el destino, el karma, los sacramentos, fueron algunos de los temas más debatidos entre Ravi y nuestras viajeras. Momentos muy intensos y de crecimiento personal.









Y durante los días de visita a Delhi y Agra contamos también con la compañía de un grupo de 15 estudiantes de un máster para nuevos emprendedores. Ellos nos acompañaron con su alegría y sus interesantes proyectos en la visita al museo de Gandhi, el templo del Loto, el Gandhi memorial, la puerta de India y en el Taj Mahal y el Fuerte Rojo.



Y nuestro último grupo de la temporada, formado por 18 personas la mayoría de Palma de Mallorca y de la mano de la terapeuta Eli Mercadal, llegó a Delhi en la segunda quincena de agosto.

17 mujeres y 1 hombre que apenas se conocían entre ellas, pero todas unidas por la ilusión de disfrutar unos días en India. ¡Y que bella experiencia de llevan y nos dejan! Un grupo unido, un grupo de mujeres ayudándose unas a otras, conociéndose, aprendiendo las unas de las otras, integrándose en la cultura y la espiritualidad del país. Un grupo de viajeras pero también de crecimiento personal.

Las jornadas fueron intensas, divertidas, con muchas preguntas, debates. 

Las comidas eran un momento para compartir.

Las salidas el momento de recreo, de conocer, de integrar, de sentir India.

Llegaron de manera individual y se fueron como amigas, como compañeras, llenas de conocimiento, de ganas de volver a India, llenas de vida.

Las imágenes, en este caso, hablan por si solas...

























Sangha Services se siente profundamente agradecida por la confianza que estas viajeras y viajeros han depositado en nosotros a lo largo del verano.

Nos sentimos muy satisfechos con los resultados de nuestros 3 viajes culturales, y muy contentos de haber contribuido con nuestro trabajo a mejorar la calidad de vida de personas necesitadas en la ciudad de Varanasi. Kamala, nuestra cocinera, mostró su profundo agradecimiento ya que con lo que ha recibido de estos viajes ha podido pagar todas las deudas que tenía y las matrículas de los colegios de sus hijas. Y como ella otras personas han podido trabajar y recibir unos ingresos necesarios para ellos: nuestro barquero Amarjit, los chicos de la limpieza, el lavandero, los conductores y sus ayudantes, etc.





Porque Sangha Services no es solo una empresa de viajes, es una empresa de dos personas que se preocupan por las personas.

Ojalá que nuestro trabajo siga reportando beneficio a muchos seres, tanto de occidente como de aquí, de nuestra querida Madre India.